La provincia de Toledo es más conocida por su cultura que por su naturaleza. A su capital se la conoce como “la ciudad de las tres culturas” y es uno de los lugares más visitados de España. 

 

Motivos, pues, no faltan para visitarla. Pero si, además, te digo que esta ciudad Patrimonio de la Humanidad es también la puerta para conocer algunos de los parajes naturales más interesantes de Castilla-La Mancha se te habrán quitado todas las dudas.

 

Casi sin salir de la ciudad, puedes disfrutar de algunas actividades en la naturaleza en Toledo. El río Tajo, a su paso por la capital, dibuja una profunda hoz en la que puede practicarse senderismo o bicicleta. 

 

Por no hablar de que es un lugar excepcional para observar miles de aves, como garzas y cormoranes. Si después del paseo, quieres liberar adrenalina, disfrutar de la tirolina urbana más larga de Europa, cruzando sobre el mismísimo Tajo, puede ser una buena idea. 

 

De allí, pasamos a las estepas para seguir con el birdwatching. Especies como el sisón, la avutarda o el aguilucho cenizo te esperan. Pero es al sur, ya en los Montes de Toledo (a caballo entre esta y la provincia de Ciudad Real) donde se encuentra el verdadero paraíso para las actividades en la naturaleza en Toledo: el Parque Nacional de Cabañeros.

El avistamiento de aves se combina allí con las actividades para escuchar y observar la berrea durante el otoño. También se hacen rutas de senderismo interpretadas, salidas en todoterreno, paseos a caballo, rutas en bicicleta e, incluso, algunas opciones para verlo todo desde el aire, como los vuelos en globo.

 

Este es el más conocido, pero otros parajes compiten con Cabañeros en cuanto a vistosidad. Es el caso del Monumento Natural de las Barrancas de Burujón, un paisaje conformados por impresionantes barrancos de arcilla, terrazas, islas y riberas. Muchas aves acuáticas pueden verse allí, como garzas, grullas y martinetes. 

 

Por último, y pese a la aparente sequedad que caracteriza a esta provincia, cabe reseñar que también pueden practicarse actividades acuáticas. En el río Tajo y en los embalses que se encuentran a su paso, es posible navegar en kayak o en barcas a remo. Es el caso, por ejemplo, del embalse de Rosarito. 

 

Rutas geoturísticas, de observación de fauna o botánicas, te ayudarán también a conocer el rico patrimonio natural de la provincia de Toledo.