Turismo en Castilla-La Mancha: 6 razones para conocerla
#6 Paisajes llenos de encanto
Uno de los escenarios más impactantes y curiosos del país reside en Cuenca; y no es otro que el de La Ciudad Encantada del Parque Natural de la Serranía de Cuenca.
Gracias a los miles de años de la acción del agua, el viento y el hielo, podemos admirar un paisaje salido de cuento con sus extrañas formaciones geológicas que recuerdan a setas gigantes.
Otro lugar que merecen una mención son las Chorreras del río Cabriel, perfectas para un baño en verano, o el Parque Natural del Valle de Alcudia y Sierra Madrona, donde afloran mitos y leyendas.
#5 Ciudades que combinan naturaleza e historia
No podemos olvidar la importancia que ha tenido en la historia Castilla-La Mancha, y prueba de ello es la cantidad de patrimonio histórico que tienen las ciudades de Toledo y Cuenca.
Pero no es solo el patrimonio histórico lo que destaca de estas provincias. Uno de los paisajes más deslumbrantes de la comunidad se encuentra en Toledo; las Barrancas de Castrejón y Calaña. Su leve parecido al Cañón del Colorado lo hace uno de los lugares más curiosos de Castilla-La Mancha. Los impresionantes acantilados de Cuenca, con sus Casas Colgantes, tampoco se quedan atrás.
#4 Nacimientos de ríos de fotografía
Posiblemente, el nacimiento del río Cuervo sea uno de los nacimientos de río más espectaculares y bellos de España. Dentro de la Serranía de Cuenca puedes apreciar cómo este río nace de la montaña cayendo en diferentes surcos, lo que forma una serie de cascadas enmarcadas por el verde musgo. La imagen que queda como resultado parece surrealista.
Otro de los nacimientos increíbles con que cuenta Castilla-La Mancha es el del río Mundo, principal afluente del río Segura, que nace en el Calar del Mundo (Sierra de Alcaraz).
#3 Un paraíso para los ornitólogos
Castilla-La Mancha está salpicada de paraísos naturales que son un auténtico oasis para las aves y cuentan con diferentes figuras de protección (por algo será). Entre ellos encontramos el Parque Nacional Tablas de Daimiel, en Ciudad Real, un humedal clave en la geografía castellana para multitud de aves que lo eligen como hábitat durante todo el año y otras que hacen de él punto de migración.
Otros ejemplos son el Parque Nacional de Cabañeros, en Toledo, el de las Tablas de Daimiel o el Parque Natural de las Lagunas de Ruidera, en Ciudad Real, o el Parque Natural de la Serranía de Cuenca. Y tienes muchos más donde elegir, cada uno con sus encantos.
#2 Turismo sostenible
No hay mejor forma de realizar turismo sostenible que viajar por los pequeños pueblos y comer de su gastronomía, hablar con sus gentes y empaparse de su cultura y comprar productos artesanos locales.
Para los paisanos del lugar, la vida en los pueblos les aporta paz y tranquilidad, aunque muchas veces también los aleja de otras oportunidades para desarrollarse económicamente.
Ve a esos pueblos y dales vida: ayúdales a crecer de forma justa y descubre otra perspectiva del interior de la Castilla-La Mancha.
#1 Los gigantes sobre la colina
La primera imagen que se nos viene a la mente al nombrar Castilla-La Mancha son sus extensos campos y los molinos a los que se enfrentó Don Quijote, creyendo que luchaba contra gigantes.
En la conocida como Sierra de los Molinos podemos ver una decena de ellos alzados sobre una colina, el Cerro de la Paz, custodiando las infinitas llanuras manchegas. Gracias a la labor de conservación llevada a cabo, aún podemos visitar alguno que mantiene su estructura y maquinaria original.
Otro lugar donde puedes ver molinos es en Alcázar de San Juan, y terminar la visita con un paseo por la Reserva Natural del Complejo Lagunar, en el que se dan cita multitud de aves acuáticas.
"El que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho”, palabras de Miguel de Cervantes que nosotros secundamos.
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