Parapente en Madrid: el centro de la península a vista de pájaro
Si hace poco más de 60 años, le hubiéramos dicho a alguien que podría lograr su sueño de volar con una tela, nos hubiera tratado de locos.
Afortunadamente para los amantes de los deportes aéreos, en 1965 se realizó el primer vuelo en parapente (un parapente creado a partir de la vela de un barco, y muy rudimentario), y desde entonces se han ido mejorando tanto las técnicas de vuelo como el diseño del ala del parapente.
La comunidad madrileña suele ser conocida por la capital del país, Madrid ciudad, y por sus zonas de mayor renombre: la Gran Vía, la Puerta del Sol, o el Museo del Prado.
Pero es Madrid una extensión de la geografía española que abarca mucho más que eso. Sí, en Madrid también hay campo.
De las muchas actividades que pueden hacerse en la naturaleza en Madrid, el parapente es uno de los grandes atractivos para escapar del núcleo urbano y del estrés de la gran ciudad.
En concreto, la Sierra de Guadarrama es uno de los destinos elegidos para practicar este deporte de aventura. Situada en la mitad este del Sistema Central, entre la Sierra de Gredos y la Sierra de Ayllón, cuenta con 300 de sus 1.500 km cuadrados de extensión protegidos con la figura de Parque Nacional.
Si por algo es conocida la Sierra de Guadarrama, en cuanto al parapente, es por sus buenas condiciones climáticas, tan necesarias para practicarlo. Y otro de sus atractivos es que se encuentra tan solo a unos 60 km de Madrid.
Por otro lado, la Sierra de Guadarrama no solo deja la boca abierta de los que la sobrevuelan. El ascenso por los caminos hasta llegar a lo alto de la Sierra, desde donde se despegará, ya forma parte de la aventura. Y si no lo crees, ¡prueba, prueba!
Las zonas de vuelo en la Sierra de Guadarrama son Miraflores de la Sierra, El Escorial, Rascafría (Valle del Lozoya) y Arcones (ya en la provincia de Segovia).
Además de todo lo anterior, se ha de decir que el parapente es un deporte accesible, ya que lo pueden practicar personas con alguna discapacidad física (acompañados de un monitor, al igual que cualquier otra persona que no sea experta en la materia).
Y, como después de sobrevolar por la sierra, te entrará el hambre (y es que quedarse alucinado gasta mucha energía), puedes aprovechar para comer en alguna localidad del entorno: contribuirás al desarrollo local.
¿Qué más se le puede pedir? Sostenible, accesible y divertido.
Aun así, si no has logrado convencerte tras leer lo anterior, todavía haremos un esfuerzo más: darte 6 motivos por los que practicar parapente en Madrid.