Si has oído hablar del turismo activo pero no te convence eso de tirarte puente abajo, no te preocupes, no eres el único. Hay muchos modos de sentir la adrenalina, cada uno con un nivel de riesgo distinto. Puede que quieras probar por primera vez una de estas experiencias o, sencillamente, que lo tuyo sea ese término medio entre acción y prudencia. En cualquier caso, te presentamos la opción perfecta para ti.

 

Tal vez la palabra tirolina te provoque sentimientos encontrados, pero en Nattule estamos dispuestos a dejar esta actividad en el buen lugar que se merece. Existe una gran variedad de tirolinas y actividades que impliquen su uso. 

 

No es lo mismo hablar de una pequeña tirolina de parque acuático, hecha para que te sueltes a mitad de camino, que una de sujeción y freno con la que sobrevolar grandes distancias sin hacer el más mínimo esfuerzo. Sea cual sea la opción que más se adapte a ti, existe una actividad esperándote en algún punto del país. 

 

Las actividades de tirolina o canopy implican en su gran mayoría un entorno incomparable, bien en ciudades dignas de ver desde el cielo, bien en pleno corazón de la naturaleza. Apuntarte a una de estas experiencias puede ser el plan perfecto de domingo en familia, ya que las tirolinas están diseñadas para casi cualquier edad, siempre que se cumpla un requisito de altura y peso. La seguridad es absoluta, y no falta la supervisión de profesionales experimentados para hacer de tu experiencia algo completo.

Lo único que necesitas llevar es ropa cómoda, protección solar, y muchas ganas de dejarte llevar. Las distancias e inclinaciones del recorrido varían en cada actividad, pero en todas ellas se produce un curioso efecto engañoso. 

 

Puede que hasta que no estés sentado en el borde del punto de partida, pienses que es una tontería, que no vas ni a despeinarte. Este es un buen momento para contemplar las vistas desde ese punto, incluso de hacer alguna foto antes de que sea el momento de ponerse en marcha. 

 

Entonces, cuando dejas de sentir suelo sólido bajo tus pies, el vértigo hace de las suyas y sentirás un hormigueo en el estómago, mientras la tirolina coge velocidad y vas deslizándote en el aire en medio de ese paisaje espectacular que veías desde el otro lado. 

 

Recomendamos no dejarse llevar demasiado por la emoción, aunque sea difícil, ya que muchas de estas actividades incluyen una fotografía para inmortalizar tu experiencia, y tienes que salir genial para recomendársela a todos tus conocidos. Antes de que te des cuenta, todo habrá terminado, y estarás deseando volver a empezar.