Hay dos tipos de personas, los aventureros con ganas de conocer mundo y los aventureros intrépidos y con ansías por sentir. El puenting esta hecho para estos últimos. Y es la localización la que distingue esta sensación de aventura.

En España hay localizaciones especiales para hacer puenting, como en la zona de Atxazpi en el País Vasco, en Asturias, en Burgos, en Murcia, en la Sierra de Alcaraz en Albacete, o incluso, en Nepal.

Aunque la antropología apareciese como tal en el siglo XIX, casi desde el inicio de la historia escrita el hombre ha sentido curiosidad por su propia especie, y ha dedicado ríos de estudios a sus características físicas y su cultura. 

 

En Nattule nos ha bastado un instante para identificar una subespecie humana, distinta a todas las demás, a la que nos gusta denominar los devoradores de adrenalina. Se caracterizan por participar en todas las experiencias de turismo activo y deportes de riesgo, y querer siempre un poco más de acción. Si formas parte de esta especie única, tenemos un reto que proponerte.

 

El puenting mezcla la apacible belleza del entorno con la acción en estado puro, que te dejará tan extasiado como un día entero de ejercicio. ¿No nos crees? El desafío se ha lanzado. 

 

Las propuestas varían tanto en altura como en duración, ya que muchas de ellas incluyen una caminata previa por el medio natural hasta el lugar del salto. En este paseo podrás disfrutar de la flora y fauna autóctona, y sentir la firmeza del terreno bajo tus pies. Esto último es importante, ya que después del salto tardarás en acostumbrarte a pisar sobre seguro.

Aprovecha para hacer fotos de tu escapada y concienciarte sobre lo que está a punto de suceder. Si no es la primera vez que te enfrentas al vacío y tienes toda la preparación dominada, hay muchas otras experiencias que te llevan directas al núcleo de la acción.

 

Una vez estés allí, un guía experimentado te preparará con todo el material necesario y te explicará los pormenores. La seguridad está garantizada, y la emoción también. No tendrás más que prepararte, y atreverte a soltar tu agarre. 

 

En un instante sentirás el vértigo más extremo y la adrenalina recorriendo cada fibra de tu cuerpo. Puede que todo termine antes de lo que esperabas, pero a efectos físicos será como todo un día de deporte intenso. Un posible efecto secundario es la sonrisa de oreja a oreja que te llevarás a casa, una señal inequívoca de que perteneces a los devoradores de adrenalina, y que esta no será la última vez que saltes.