6 motivos para hacer ecoturismo en Cuenca
1. Parajes de ensueño
La Ciudad Encantada es con toda probabilidad el paraje más sonado de la provincia de Cuenca. Un enorme cañón que el agua, el viento y el tiempo han modelado con formas imposibles; donde dejar volar la imaginación entre barcos, gigante y elefantes.
Pero no es el único lugar de estas características en Cuenca. Aunque muchos menos conocido, los Callejones de las Majadas invitan también a un recorrido onírico por sus laberínticas calles, repletas de plazas, puentes y arcos de piedra.
2. Aventuras en torno al río Júcar
En su recorrido a través de la Serranía, el río Júcar ofrece diversas posibilidades para disfrutar de la aventura en contacto con el agua. Puedes disfrutar del piragüismo en los tramos más tranquilos, rodeado de vegetación y con el único sonido del canto de los pájaros como acompañante. O lanzarte a una aventura más emocionante practicando barranquismo en el Ventano del Diablo. ¡Diversión garantizada!
3. Recorridos bajo tierra
La Serranía de Cuenca es bonita por fuera y por dentro. Su composición caliza ha favorecido que en ella se encuentren un buen número de cuevas, muchas de ellas visitables. Las actividades de espeleología te permitirán conocer el interior de esta fantástica tierra a través de galerías, pasadizos y salas llenas de estalactitas y estalagmitas. Todo un mundo subterráneo que espera a ser descubierto.
4. Senderismo con historia
No puede entenderse la naturaleza de Cuenca sin conocer los lazos que la unen a su cultura. Y es que la gente de los pueblos de la Serranía siempre han estado en contacto con el medio natural, ya sea por las labores del campo que realizaban o los distintos usos que se daban a las plantas. Por ello, practicar el senderismo puede servirnos también para entender esta cultura. Pasea por los bonitos pueblos llenos de encanto de la Serranía y habla con sus pobladores. Ellos, mejor que nadie, conocen la tierra que pisas.
5. La llamada del otoño
La presencia de otros habitantes de la Serranía se hace notoria cuando llega el otoño. Ciervos y gamos reclaman su territorio durante el celo, entre septiembre y octubre, con sus característicos sonidos. Con ayuda de los guías locales podrás conocer e interpretar la berrea del ciervo y la ronca del gamo en este enclave privilegiado que es la serranía conquense.
6. Destino birdwatching
Además de las citadas lagunas de La Mancha Húmeda, donde abundan las aves limícolas y los flamencos, pueden encontrarse otros importantes puntos de observación a lo largo de la provincia. En diversas zonas de la Serranía, por ejemplo, son abundantes las rapaces, como el buitre leonado, halcón peregrino o el águila real. Además, existen otras muchas zonas ZEPA en toda la provincia.
Lo mejor es que cojas tus prismáticos y te dediques a explorar sin prisas esta magnífica región.