Lágrimas de San Lorenzo: noche bajo las perseidas (El Tranco)

Todos los veranos vamos y siempre llevo a alguien nuevo a quien no deja indiferente. Te recibe un lugar privilegiado al borde del pantano y cuando entras descubres una decoración rústica pero moderna, con mucha madera y plantas. El restaurante está en la segunda planta y recomiendo que pidas una mesa con vistas al pantano, pues está rodeado de cristaleras. La carta no es muy extensa pero suficiente como para querer probar siempre la ensalada de sandía a la parrilla y su chuletón de vaca, la mejor carne que he probado en mi vida. Otro plato estrella si no eres de la zona es el salmorejo con cecina de la sierra. Los postres son caseros y están deliciosos. Los precios pueden parecer elevados comparando con otros lugares de pueblos colindantes, pero la calidad, sabor y lugar merecen sin duda la pena, además de que en cualquier ciudad tienes mismos precios con calidades mucho peores. Recomiendo reservar con unos días de antelación y coordinarlo con la reserva de un barco solar en el pantano.

Estupendo restaurante con unas vistas al embalse del Tranco. En cuanto a la comida muy buena, pedimos 2 entrantes, Tomate Segureño (de 10) y Huevos con Boletus (los huevos riquísimos pero los boletus no me gustaron, no lo volvería a pedir), de segundos pedimos Paletilla (estaba espectacular, carne tierna y sabrosa) y Trucha (muy buena también). Para los niños pedimos pizza, estaba muy buena con el toque de carbón. Tenéis que dejar un hueco para los postres ya que son todos caseros y espectaculares, nosotros pedimos Croquetas de Chocolate (para los amantes del chocolate) y Tarta de la abuela (exquisita), volvería para probar otro tipo de platos como las ensaladas que se ven deliciosas y el ciervo en salsa.